Por Alicia Baró
La colaboración es algo fundamental para que la relación sea perfecta entre los clientes y las agencias, que sea lo más dinámica y exitosa posible. Solo mediante cooperación y buena disposición de ambas partes, se pueden llegar a relaciones y resultados efectivos, que además son medibles.
Para que esta colaboración fructifique hay algunos aspectos que debemos trabajar:
- Transparencia: tanto en la comunicación con el cliente, en las expectativas generadas y en los tiempos. Esa transparencia acabará por convertirse en confianza que, a su vez, aumentará la eficiencia.
- Conocimiento: es imprescindible conocer bien los valores y la filosofía del cliente, el mercado en el que se desenvuelve, sus productos, sus objetivos de negocio … Para ello también es necesaria la colaboración mutua, ya que ni la agencia tiene total responsabilidad de adivinar qué es exactamente lo que el cliente quiere, ni el cliente tiene que decirle a la agencia cómo hacer su trabajo.
- Procesos claros: elaboración de una estrategia clara y concisa. Marcar los pasos, las fechas, definir los presupuestos, estar listos para posibles eventualidades. Un calendario puntual ayudará a que ambas partes sean conscientes de sus responsabilidades.
- Paciencia: por ambas partes. Por un lado, el cliente debe ser tolerante con los tiempos requeridos por la agencia para lograr el resultado deseado y, por el otro, la agencia debe ser tolerante si el cliente plantea dudas sobre las ideas creativas presentadas.
La última máxima a tener en cuenta para que todas las piezas encajen en esta” relación perfecta” es el hecho de que la agencia debe recordar que:
El cliente no siempre tiene la razón…pero tiene la última palabra